HISTORIA

 

RESEÑA HISTÓRICA

El Día de Reyes de 1912, en el Almacén de Cueros y Suelas que Juan Passi y José Lasalle tenían en la calle General Paz Nº 89, los “palomeros” – así se los llamaba en el lenguaje popular - de Bahía Blanca decidieron organizarse institucionalmente y fundar una sociedad que los aglutinase, los vinculase y les posibilitara progresar en el cuidado y la selección de los ejemplares voladores que en buena medida ya se advertían en los patios traseros de las viviendas de una sola planta de hace ciento tres años.

Al núcleo fundacional lo vinculaba una misma pasión, la que todavía existe: la de los amaneceres junto a los palomares, el perder sus miradas en el cielo, velar los nidos de las reproductoras y emocionarse con la llegada de cada vuelo.

Ese 6 de enero se formó la primera comisión directiva de la Asociación Colombófila “La Valiente Mensajera”. Uno de los dueños de casa, Juan Passi, fue elegido presidente. Lo acompañaban su socio José Lasalle, Norberto Orué, los hermanos Maese, Carlos Bugado, Alfredo Ciancia, Diego Corrales, Nicolás Torreras, Bartolomé Suita y Benito Franchini.

 

Los presidentes jugaron un rol significativo desde la elección de don Juan Passi. Así laternaron, con el mismo fervor, José Lasalle, Bartolomé Suita, Diego Corrales, Lorenzo Concetti, Roberto Pietrini, Mordeglia, Humberto Gallucci, Santiago Cenícola. José M. Cantarella, Carlos Ritacco, Enrique de la Iglesia, Teodoro Bonfiglio, José Squadroni, Raúl Calero, Jorge Elosegui y Horacio Turcato, el actual presidente.

 

JOSÉ LUIS MORAL, Autor de la investigación histórica sobre La Valiente Mensajera, al margen de consultar archivos y fuentes periodísticas, agradece profundamente a Don Luis D’Amato, colombófilo de la primera hora, pos su valioso relato sobre los comienzos de la sociedad, un aporte muy estimado principalmente porque intentar historiar La Valiente mensajera, es hacer un poco la historia de la colombófila de Bahía Blanca, a la que se fueron sumando posteriormente las restantes sociedades.Juan Passi uno de los aficionados criollos más entusiastas. Frente a su palomar “El 43”       

PIONEROS

El principal hombre en la historia de la colombófila bahiense fue el de Juan Passi, primer presidente y nervio motor en la fundación de LVM, el 6 de enero de 1912. Entre los integrantes de la primera comisión directiva se destacan entre otros a José Lasalle, Norberto Orué, los hermanos Maese, Carlos Bugado, Alfredo Ciancia, Diego Correles, Nicolás Torreras, Bartolomé Suita y Benito Franchini.

LA PRIMERA SEDE

Tiempos difíciles los del comienzo, ni hablar por ese entonces de tener una casa propia. Se utilizó el almacén de cueros del que eran dueños Juan Passi y José Lasalle y cuya ubicación estaba en calle General Paz 89. Cinco años después de la fundación pasaron a un local en la calle Las Heras 235 y luego a la Madrid 130, de allí a Mitre casi esquina Irigoyen, luego Mitre y Sarmiento, Fitz Roy 73 y finalmente al local actual de Castelli 545.

LAS PRIMERAS PALOMAS IMPORTADAS

Las trajo el señor Juan Passi de Bélgica y se trató de un casal de Hansennes y un casal Groothers. El primero estaba compuesto por una hembra escamada, talla mediana, ojos colorados, anillo 5.074 del año 1911, y un macho oscuro terciopelo tapado, ojos naranjas, anillo 6.003 del año 1910. Por su parte el casal de Groothers lo integraban un macho overo escamado de gran talla y una hembra oscura pintas blancas mediana.Posteriormente fueron incorporados los primeros ejemplares de raza Veggue del palomar del Dr Posadas de Buenos Aires, en 1915.Un año después Passi adquirió en la metrópoli el primer casal de Vanschingen al señor Alfredo Pozzi. Se trató de un casal de colorados alas blancas y otro de Groothers, escamados oscuros de poca talla, chispas blancas en la cabeza. Estos ejemplares fueron la base de los mejores planteles que se cultivaron en Bahía Blanca y aun, hoy día siguen siendo la base de muchos palomares donde se aprecia la descendencia, con características innatas de grandes voladoras de fondo, sin desmerecer por su puesto otras grandes palomas incorporadas en años posteriores desde Buenos Aires e inclusive desde España, Bélgica y Alemania, que sirvieron con las existentes para elevar la cantidad y calidad de los planteles que existen en la actualidad. 

LOS PRIMEROS ANILLOS 

Aun antes de fundarse La Valiente Mensajera, el grupo de aficionados que ya poseían algunas palomas, utilizaba anillos importados de Bélgica que tenían la inscripción “Paloma Mensajera” y el número correspondiente. La característica de los mismos, es que no eran enterizos como los actuales, si no que se remachaban con un sistema de traba especial con ayuda de una munición y una pinza. Estos anillos dejaron de utilizarse en 1912, año en que la flamante institución encargó a Bélgica los primeros anillos oficiales.Estos sí eran enterizos y muy altos y contaban con la siguiente leyenda: “L.V.M Bahía Blanca” Gral Paz 89 y el número correspondiente.En los primeros tiempos debido a la dificultad para importarlos, se le vendían a cada aficionado un máximo de 15 por temporada (había que cuidarlos como oro, sobre todo que no se pirdan los pichones).También aparecieron los anillos de goma que se encargaban de confeccionar los propios directivos con lápiz tinta primero y luego con un pequeño cellito especial. 

LOS PRIMEROS RELOJES 

Cuando se fundó la institución, no se habían importado relojes especiales, por lo que se debió recurrir al ingenio de los concursantes. Así inventaron unos relojes muy articulares que contaban de una caja de madera con un vidrio en la parte delantera y una tapa detrás. En la parte superior una abertura para colocar el anillo de goma y una tapita corrediza angosta, colocada en la parte superior derecha, en cuyo interior había un reloj despertador convenientemente adaptado de manera que en corredor introducía en anillo por el orificio, cerraba la tapita, esta a su vez quedaba trabada empujando un mecanismo especial conectado al volante del reloj que de inmediato lo ponía en marcha. Es decir que los relojes se entregaban antes de las sueltas parados, todos a la misma hora, y al efectuarse la marcada, ganaba el que hacia andar más tiempo el reloj. Luego se perfeccionó el sistema y los relojes se entregaban en marcha y se paraban al momento de la marcada. Por ultimo a raíz de comprobarse algunas irregularidades debido a que algunos corredores agitaban los aparatos para hacerles adelantar, se les incorporó un pequeño mecanismo en forma de balde en miniatura, en que se depositaba una munición grande que sobresalía del mismo, de tal forma que cualquier movimiento brusco la hacía caer, quedando automáticamente descalificado el corredor. Esto se prolongó hasta el año 1918 cuando llegaron de Bélgica los primeros 10 relojes marca Toulet agregándose muchos más en los años subsiguientes.En el año 1948 llegaron a Bahía Blanca los modernos relojes STB Belgas, adquiridos a través de la Federación Colombófila Argentina. En el año 2000 La Valiente Mensajera fuel la primera del país en incorporar gateras electrónicas importadas de Alemania marca Tipes revolucionando todos los conceptos colombófilos anteriores con un éxito tal que hoy en día solamente funcionan solo dos relojes STB y demás son distintas marcas de gateras electrónicas. 

LAS PRIMERAS CARRERAS 

Los primeros campeonatos constaron de 30 carreras promedio, divididas en 5 líneas de 5 y 6 carreras, dos de las cuales eran de pichones y las restantes de adultas. Se corría desde la segunda semana de abril hasta noviembre de cada año. Lo notable de estos campeonatos, era que comenzaba con distancias muy reducidas, sobre todo las primeras líneas. Por ejemplo cabe destacar que los pichones corrían sobre 25, 40, 80, 120 y 200 km. Recién en la segunda línea los pichones llegaban hasta 400 km. Posteriormente se decidió no pasar a los pichones de los 250 km distancia en la que se corría en Derby de la Especialidad. El reglamento para poder participar del mismo era el siguiente: Cuando llegaban los anillos nuevos de cada año, a cada aficionado se le otorgaban los números de los 5 anillos que eran colocados en los pichones. Al llegar el momento del Derby podía correr únicamente con los ejemplares, o los que le quedasen en ese momento. En contraposición a estas líneas de pocos km se corrieron algunas carreras inusuales de gran fondo que hoy se practican poco. Tal los casos de Santiago del Estero (1280 km); Paraná (1200 km), San Juan (1100 km), destacándose que palomas ganadoras de esas carreras, salieron grandes reproductores, que aún hoy en día cuentan con descendientes exitosos en muchos palomares bahienses, tal es el caso del “Chechengo” y “La Santiegueña” de Ferrari.Es interesante remarcar también las modificaciones que se realizaron con los años en lo que se refiere a cantidad de palomas que se enviaban a los concursos. En los primeros años se corrían con 10 palomas de concurso y una marcada sola y 10 palomas de vareo como máximo por los escases de anillos de aluminio que reducía en número de voladoras. En 1930 cuando se soluciona el tema del material y a partir del momento que el Ejercito comienza a controlar la practica colombófila a nivel nacional, se corrió con cantidad libre pero manteniendo el sistema de una sola marcada. En 1953 se redujo el número de palomas de concurso a 20 como máximo y la cantidad de marcadas a 3. Luego se resolvió que la cantidad de palomas podía llegar solamente a 10 y 5 las marcadas y finalmente en la asamblea realizada en 1969, se mantuvo la cantidad de 10 palomas pero se resolvió aplicar 7 marcadas debido a que no se contaba con la suficiente cantidad de relojes modernos con gran capacidad de marcadas. Hoy en día se corren 10 palomas a concurso marcándolas a todas y libre de palomas de concurso y con 2 palomares por colombófilo. 

OTROS TIEMPOS 

Un dato curioso, como ejemplo, en 1920 para encanastar se aplicaban los siguientes valores: Palomas de concurso 10 ctvs.; palomas de vareo 5 ctvs.; Alquiler de reloj 10 ctvs. y cuota social 1 peso por mes. 

PIONEROS DEL LOCAL PROPIO 

La inquietud de tener una sede propia surgió de un grupo de socios integrantes de la comisión directiva, destacándose entre otros a Jose Cantarella, Mario Ciancia, Carlos Ritacco y Héctor Giacopetti, obteniéndose luego de intensas gestiones la cesión por parte de la comuna local de un terreno ubicado en calle Castelli 546 donde se levantó, con el aporte de dinero y trabajo personal de todos los asociados en un primer momento una oficina, un salón y un galpón de chapas, agregándose en años posteriores mejoras hasta llegar a nuestros días con orgullo se exhiben: un salón de escanastamiento, una oficina, un salón comedor y un fogón cerrado con una amplia y generosa parrilla donde es deleite de las comidas de casi 5 décadas ininterrumpidas donde salieron las ideas de uno de sus principales mentores que fue Ramón Pérez apoyado por todo el grupo colombófilo de comprar nuestro primer camión y luego salió la compra de una camioneta Ford para los campeonatos de Semi Fondo.  

LOS CAMPEONES DESDE SU CREACIÓN 

Son muchos los nombres que alimentan el rico historial de la Valiente Mensajera que se inscribieron en el cuadro de los campeones:Juan Passi, José Lasalle, Carlos Bugado, Humberto Gallucci, Alberto Vieytes, Lorenzo Senicola, Luis Breglia, Carlos Ritacco, Gino Marini, Pedro Lucaioli, Vitorio Donnari, Ramon Hernando, Alberto Rapanelli, Martin Urbicain, Jose Ignacio Squadroni, Angel Rossi, Juan Sgattoni, Elio Franzino, Fermin Lacasa, Raúl Calero, Arnaldo Volponi, Oscar Turcatto, Raulito Calero, Domingo Belleggia, Enzo Vuano, Enrique Marini, René Nava, Gatti-Pratti, La Grutta Hns, Jose Carlos Felix Ighina “Popi”, José Averzano, Oscar Volponi y Omar Agudo. Algunos se repiten en distintos periodos.